Capítulo 4 - En Un Mundo Raro

Hay días en los que te levantas y ya sabes que no va a pasar nada. Por mucho que tú pongas el empeño suficiente de evitarlo, finalmente, nunca pasa nada.

Ese fue mi día de ayer. Lunes.

Un lunes dónde no pasó absolutamente…. Nada.

En este trabajo rodeado de arte que nos marcamos las chicas y yo, encuentras gente de todo tipo. Yo, una señorita tranquila y sencilla (que dice si a todo y llora por nada..), entre tanto hombre con ropaje de obra y sesiones matutinas, comparto mi jornada laboral con dos chicas algo “raras”

Compartimos mesa cada mañana desde hace seis meses para desayunar y hay días que la tensión se corta con tijeras de modista… pero otros, como hoy (ya martes), llegas a la conclusión que todos merecemos un trato de favor y atención.

La afinidad no se mide por educación.

Aquí nos sentamos para trabajar y compartir vida laboral. Pero ¿y el resto del día en tu vida cotidiana?

Eso te lo quedas tú para ti y ellas para ellas.

Quizás no sean tan afortunadas como mi amiga Jones, que acaba enrollada en un ascensor con un chico guapo que el destino le ha puesto en un autobús, cuando todas sabemos que ella NUNCA utilizaría este servicio como medio de transporte (aun ando intentando superar el shock de verte entre axilas agarradas al pasamanos)

Quizás ellas no acaban enrolladas con un amigo de tu ex sin saberlo ¡y menudo trauma cuando te enteras!

Sonido de llamada telefónica:

-Jones, tienes cinco minutos para una amiga-

-Claro querida, ¿Qué te pasa?-

-Me he enrollado con un amigo del Gigante Verde-

-¿Dónde está el problema?, yo me he enrollado….-

-Yayayaya Jones… yo no soy tú. Soy maridramas ¿recuerdas? Además, no sabía que eran amigos-

-Mira nena, si te gusta…¡que le den al Gigante Verde!. Eres libre ¿verdad? Disfruta de la vida… desmelénate… y dibuja!!! Dibuja todos los días!!!!-

Quizás ellas, no han sufrido como Sary York en busca de una verdad “real o irreal”, sufrida en el baño de chicas.

-¡Oh! I can’t believe it!!!! Pero, ¿qué he hecho? Tranquila Sary… tranquila, mucha gente lo hace en los baños públicos, no eres la única… Además no has llegado a dibujar y el príncipe Charles no tiene por que enterarse de nada-

Definitivamente, mis amigas y yo somos especiales. Y el mundo que nos rodea, es raro raro, raro.

Se acabó mi descanso… me reclaman para volver a mi duro trabajo rodeada de hombres fornidos, apuestos y con ropa obrera.

Como en la canción de nueve semanas y media, queda permitido quitarles todo… menos el casco.

Wala Bradshaw