Hace un calor abrasador…
Y aquí, perdida de la mano de Dios, en un paraje casi desierto donde hoy tenemos las sesiones para nuestra revista, me acuerdo de mi amiga Jones y lo mal que lo tiene que estar pasando en
Ella que lleva fatal el calor, es una sufridora nata de estas épocas. Aunque está encantada de poder lucir, cualquier tipo de moreno. Y en eso, créanme que la acompaño en el sentimiento.
Tras mi momento break para el lunch, he comenzado a barajar ideas vacacionales (esas que tengo a la vuelta de la esquina).
Me encantaría ir a Paris (pero por favor… con alguien más guapo y menos pedante que Petrovsky ¿Me acompañarías Jones?), o a la siempre encantadora Londres y sus fiestas por el Soho para de paso visitar a mi amiga Rou. Pero si algo me apetece realmente, es vivir con mis amigas una nueva “Fair of Malawood”
Aun recuerdo mi primera vez en
Desde entonces, soy accionista de Cartojal y Pale Cream. (Las fotografías de esos días, sólo son aptas para algunos ojos.)
He dicho que era más golfa, pero el glamour… ¡el glamour ya lo llevaba en la cuna con mi chupete de swarovski!
Acompañada por la mejor cantante del momento, recorrimos calles cargadas de chicos guapos a los que sacarle una sonrisa y una copa (para empezar no estaba nada mal) y tras la selección, deshacerse de los pirados y mantener sobretodo, la diversión. (Addicted to Paint)
Lo que más ha cambiado ¡Los precios! Pero perdonadme que no os cuente cuanto valían las copas o saldrá a relucir esa edad que una señorita como yo siempre negará tener.
Tuve mi enamorado malawoodense, que mantuve los años venideros.
Era una relación divertida ¡pues sólo se mantenía el tiempo que nos veíamos!, era inocente, a escondidas, y tierna. ¡El resto… daba igual!
Hoy, compartimos gustos por los hombres. Y creedme que lo entiendo (si yo naciera hombre no sólo sería gay sino que encima, sería más desde chica que Jones)
Cuando veo imágenes de aquel año digo… por Dior® ¡eras terriblemente guapo!, y hoy eres ¡terriblemente calvo! Pero claro… yo estuve con el guapo y no con el pelón.
También tuve a mi pesado de turno, que me prometía amor eterno y que esperaría a que yo lo deseara, hasta el infinito si hiciera falta, y así cuando yo cayera rendida en sus brazos, vivir en una casita con vistas al mar en el pueblo de FuengiRoolez criando felices a nuestros 5 hijos adoptivos. (¿Seguirá esperando?)
Pero ahora mismo, esto son sólo deseos vacacionales. Y si vamos o no a cualquiera de estos lugares, es cuestión de tiempo. Sea como sea, ¡os enteraréis! Y si algo tengo claro, es que la cosa, será muy distinta a años atrás.
Por que la inocencia… la dejé en aquel chupete de swarovski.
1 comentario:
jeje. Igual todavía te está esperando y es un bombón digno de una princesa...
ains...
hoy estoy cansada princess,
un besito muy grande!
=)
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