martes, 24 de junio de 2008

CAPITULO CUATRO, Historias para no dormir

Queridos y queridas,
Anoche fue “Saint John”; y como cada año mi escultural cuerpo pone rumbo a la celebración más Cool de estas fechas. ¡Y como no! A pedirle glamourosas y fashionistas cosas esa noche tan mágica.
Este año no se por que motivo y causa mis amigas W. Bradshaw y J. Jones se han quedado en casa perdiéndose tan dignificante evento. Pero yo, como buena York no puedo dejar pasar la oportunidad de lucir tipo y ganar envidias y adeptos.
Manolo a mis pies, Vuitton a mis brazos y rumbo a una noche maravillosa. ¡Eso si! echando siempre de menos a mis chicas.
La noche prometía.
Una kilométrica alfombra roja daba la bienvenida a la enorme carpa que habían ubicado como centro de celebración en la Isla privada del señor Saltés donde se encontraba toda la Jet Set de Huelva York, una hoguera y sobretodo hombres en bañador por todos lados.
Buscamos un ala de la hoguera que pegara con mi maravilloso sombrero; rojo como la alfombra y como los bailes de las llamas.
El humo que me cegaba me recordaba a un baño turco en el que estuve una vez con las chicas al que nos llevó Jones con hombres de color dispuestos a hacernos todo tipo de masajes. Pero querid@s, realmente estaba llenando mis Manolo de arena en la playa privada del Señor Saltes (tanto dinero y en vez de terciopelo pone moqueta mala roja)
Por fin localicé mi auténtico lugar delante de un grupo de chicos sencillos. Herederos de fortuna y belleza.
Me ruboricé cuando al intentar sentarme uno sonrió tímidamente… y es que para estas cosas yo soy muy cortada y mis planes eran divertirme más que empezar la noche dibujando… eso si acaso, después.
*Sary Consejo: no perdáis la dignidad antes de la primera copa*
(nota mental: nunca dibujar en la playa… si sólo puedes pintar en la arena)
Haciendo un gran esfuerzo por dar frutos a las clases de J.Jones “Desde chica Vol. 1” tuve que acercarme a él si quería beber algo. ¡Tanto glamour y dinero, pero ni un vaso vacío!
Conforme me acercaba se me venían a la mente imágenes de él y yo en la suite del ático del Luz Palace. ¡Pero claro! miraba la arena fría de la playa y la verdad que se me quitaban las ganas… y eso que el chico era monísimo, pero Sary en arena ¡no!

-Disculpa Adan, ¿Tienes un vaso?

-Para ti voy a bohemia a buscarlo

Pero que osado, pensé yo…

-Sólo quiero un vaso de momento (me sorprendí a mi misma… normalmente estas palabras no me salen tan fácil)

-Que pena que sólo quieras eso…

Como bien me enseñaron en las clases de protocolo social del Rosales School Collage, me presenté educadamente.

-Mi nombre es Sary York, y vivo en un apartamento con cama king size al otro lado del puente.

- Encantado Sary, yo soy…

¡Dios¡ no recuerdo su nombre (claro… en ese momento yo había vuelto a la suite del ático del Luz Palace). Quería Jones ¡Todo se pega! Como a ti siempre se me olvidan los nombres.

Recuerdo es que llevaba una camiseta de Marc Jacobs. Así que decidí llamarle Marc, aunque no me hiciera ni caso…
Cosmopolitan en mano y siempre hasta rebosar, recibo una llamada en mi Motorota D&G® Limited Edition.
En los más de100 kilómetros de playa que tiene Huelva York, la probabilidad de que mi eterno enamorado estuviera en la misma que yo era casi nula, ¡pero no!, una vez más la ley de Murphy tuvo que hacer de las suyas, no pasaron cinco minutos cuando lo tenía a mi lado.
Rafael es uno de esos amores de infancia (no por mi parte sino por la suya) quien desde que nos conocimos en el Royal Rosals School no ha pasado un minuto de su vida que no haya pensado en mi y no me lo haya comunicado, por Dior® que el alcalde de Huelva York le ponga un monumento al hombre más cansino en la Miss Whitney avenue.
Un cocktail más, dos, tres… Y al final y no se como acabe dormida en una hamaca a la orilla del mar. (Aunque esto lo negaré hasta en presencia de la Juez Amy)
Mis amigas (que no mis chicas ¡os sigo echando de menos!) seguían divirtiéndose, y yo ahí, retirada del mundo intentando darle un poco de sentido a todo lo que estaba aconteciendo.
Finalmente, y no sé como, llegué a mi apartamento.
Entre mis placidos sueños, abrazada a mi almohada de plumón de oca, una llamada me devuelve al mundo real. ¡Era Ella! La supuesta ennovia, o novia o lo que quiera que sea del chico de esa historia que hace días os contó Jones.
Historias para no dormir (o para no dejarme dormir).., Al fin y al cabo, fieles, la noche más larga del año nació para eso.
Para que pasen cosas surrealistas…
En fin querid@s sólo espero que si lo celebrasteis al menos dibujarais toda la larga noche. Porque lo que es yo, me quedé con las ganas…


Sary York

PS. Para no ser menos me volví a caer dos veces, gracias a Dior® que era en la arena (la maldita, fría, y… arena)

2 comentarios:

Sargento de instruccion Hartman dijo...

Que glamour, que lujo, que postín... esto es como Long Beach pero en cañí. Que lástima no tener glamour ni estilo, que pena que el dinero no lo pueda comprar todo.

Retomando su escrito debo comunicarle Srta que al igual que a
ud. la arena me da un poco de grima, no tengo espíritu de filete empanado y la idea de que mis dedos de los pies mutasen a croqueta del puchero... no me palotiza, aunque soy un Marine... soy mas de secano que un Olivo.

Pero si usted me invitase... seria capaz de ir de rodillas desde Salou a Matalascañas.

Siempre suyo (aunque si ud quiere puede compartirme con las amigas que ud desee) Sgto. de Instrucción Hartman.

Alberto Chaves Fernández dijo...

pero que ascoooooooooo